XXII FORO GRUPO DE TRABAJO Nº 3

CONXA JORNET CASTELLÓ

Dificultad desde los partidos tradicionales para abordar el nuevo contexto, y emergencia de los partidos nuevos a derecha e izquierda

CONXA JORNET CASTELLÓ COORDINADORA

Lo que a continuación escribo, es la consecuencia de la preparación previa al taller y que he fundamentado primordialmente en el libro “La secesión de los ricos”, del cual son autores Antonio Ariño y Joan Romero, persona que realizó la conferencia del foro. A ello he agregado ideas a partir de su exposición y las sugerencias que realizó el público asistente. Todo ello además, desde mi perspectiva desde la óptica del Trabajo Social.

El Nuevo Contexto: La peligrosa carrera hacia la desigualdad, una secesión sin referéndum, la de los ricos.

Un fenómeno recorre el mundo, se trata, de la secesión de las élites y, dentro de ellas, muy especialmente, la de los ricos. Esta situación se asienta sobre el hecho más fundamental que se ha producido en las últimas décadas: el incremento y la concentración de la riqueza en manos de una minoría, tanto en las fases de expansión como en las de recesión, hace que la riqueza se concentre cada vez más, la desigualdad aumenta, las fracturas sociales se hacen cada vez mayores y cada vez es mayor del número de conciudadanos que se encuentran en situación de exclusión.

Las reformas de naturaleza política impulsadas por las élites desde los años ochenta y al mismo tiempo las minorías opulentas, han impuesto una visión que supone la deslegitimación del contrato social implícito, el proceso de desanclaje financiero, económico, político, cultural moral, ético y residencial en relación con la sociedad en la que se hallan nacionalizadas y tributan.

La agenda neoliberal, empobrece la calidad de las democracias y ha producido niveles inéditos de precarización y destrucción de empleos, pobreza, exclusión y expulsión de los derechos de ciudadanía para grupos vulnerables, y deterioro de las condiciones de vida para la mayoría. Incertidumbre, inseguridad y repliegue de las sociedades son la otra cara de esos procesos que se analizan.
En esta nueva geografía del poder, el capital no reconoce más parlamento que sus consejos de administración, más lugar que los paraísos fiscales, más objetivo que la cuenta de resultados. Esa es su única y verdadera patria “Financieros sin fronteras”, solo que es este caso no hablamos de ONG.

Los autores analizan las desigualdades sociales y sus consecuencias a nivel global, y también a nivel europeo y español. Realizan un seguimiento de los hechos constatables en las estadísticas del FMI, el Banco Mundial, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), y el Foro Económico Mundial, así como en los trabajos realizados en la última década por decenas de investigadores sociales en torno al fenómeno, para advertir que las cotas de desigualdad han alcanzado niveles que no se habían visto antes.

Los “ultraricos”, representan un grupo muy poco estudiado por los investigadores sociales. La progresiva “secesión” de las élites, que tributan en sus los países de origen a través de complejas formas de evasión fiscal, ha ocasionado paralelamente la reducción de las clases medias y una precarización del trabajo que genera inseguridad e incertidumbre entre los ciudadanos. En Europa eso se traduce en una desconfianza creciente hacia el proyecto de la UE y amenaza con la aparición, “el populismo y el nacionalismo de Estado”. Como afirma Stiglitz “las políticas de austeridad no son para resolver la crisis, sino para aprovecharse de ella”.

POPULISMO: Estrategia de las corrientes políticas que buscan el apoyo de las clases populares/clases sociales bajas. Quienes acusan de populismo son aquellos que gozaron durante años de ganancias inmensas a costa de la pobreza del resto de la sociedad. En positivo la noción de populismo se califica a estos movimientos, como propuestas que buscan construir el poder a partir de la participación y de la inclusión social.

Durante la Gran Recesión, el gran negocio lo han hecho los bancos que nos llevaron al abismo, pero estas políticas fragmentan nuestras sociedades, erosionan severamente la cohesión social y con ello socavan los cimientos más básicos de nuestras democracias. Entre millones de ciudadanos se ha instalado la inseguridad y la incertidumbre, las dos características más destacables de este nuevo tiempo.

Los partidos tradiciones tienen dificultades para mantener amplias bases electorales. Los parlamentos se fragmentan porque la sociedad se ha fracturado, porque además, amplios sectores de ciudadanos dejaron atrás las antiguas fidelidades, y otros millones de nuevos electores, no han podido subir al autobús y se ven permanentemente alrededor de la precariedad ante la imposibilidad de construirse un proyecto de vida, y en esas aguas es donde mejor se mueven los nuevos populismos, de derechas y de izquierdas, que hoy se han instalado en el seno de nuestras sociedades. Muchísimos ciudadanos se sienten perplejos al ver como descienden sus condiciones sociales al tiempo que observan las pocas oportunidades de progreso personal y ascenso social. Trabajadores y sectores de clases medias se sienten perdedores en la actual etapa de mundialización económica.

Las desastrosas cifras de desempleo, los denominados “recortes” en derechos sociales, la austeridad, la insensibilidad con los ciudadanos más desfavorecidos y la percepción de un sistema corrupto con una inequidad en la responsabilidad de la crisis y la deuda, facilitaron la formación de partidos cómo Podemos, que igual que C´s, nunca quisieron entrar al juego de la ubicación en el eje izquierda/derecha, sino generar una nueva dimensión de ruptura: los de “abajo” frente a los de “arriba”.

Uno de los argumentos que se han usado para tratar de entender el nacimiento del nuevo sistema de partidos, más plural y fragmentado, es el de que los partidos «tradicionales», supuestamente atados por sus lastres ideológicos y organizativos, eran incapaces de representar las cada vez más complejas estructuras de preferencias ideológicas de los votantes. Al haber solo dos grandes partidos con capacidad de alcanzar el poder, los votantes estábamos condenados a elegir entre dos «paquetes» de políticas, sin capacidad para poder elegir de cada uno de ellos solo las cosas que se aproximaran a nuestras preferencias. La nueva oferta asociada a la llegada de nuevos partidos, permitiría a los ciudadanos elegir combinaciones nuevas de propuestas políticas, haciendo posible que tengan en cuenta a la hora de votar otros temas que la competición bipartidista limitaba.

Qué es y cómo afecta a los ciudadanos y a la democracia el desanclaje financiero, económico, político, cultural, moral y residencial de las élites?. Y que ocurre con la desigualdad, paraísos fiscales, ética y política.

Los partidos tradiciones afrontan una situación compleja:

  • Los Conservadores: Han perdido parte de sus apoyos tradicionales, no escucharon el malestar social, su pensamiento es neoliberal.
  • Los Socialdemócratas: Presentan crisis de identidad y adaptación, carecen de un relato propio para un tiempo nuevo, no supieron escuchar el malestar social.

Ambos se ven desbordados por las circunstancias y por la emergencia de nuevos partidos, muchos de ellos con características populistas.

El pensamiento neoliberal implica recortes de prestaciones y derechos, y precariedad en el empleo (bajas condiciones laborales y salariales).

La clase obrera ya no puede ser el motor, sino que lo han de ser las clases medias cada vez más fragmentadas las que deben posicionarse a la actual situación política

La batalla de las ideas es la madre de todas las batallas, por ello es muy importante emprender y ganar la izquierda europea, y hacer de la justicia social el elemento clave y el pilar del nuevo discurso político.

Tal vez desde Europa del sur se pueda impulsar un proceso que marque esas diferencias con respecto a la hoja de ruta neoliberal, hoy hegemónica en Europa.

Una nueva agenda inspirada en lo que Agustín Basave (2015) llama “La cuarta socialdemocracia”, que permita formar gobierno de izquierda plural capaz de desarrollar un programa realista pero consistente de reformas que se ocupe de las personas. Conscientes todos, los actores políticos y los ciudadanos, de lo que este nuevo escenario ofrece.

Conclusiones

En conclusión y como aportación cabe decir que muchos ciudadanos europeos manifiestan un creciente sentimiento mezcla de incertidumbre, inseguridad, temor, e indignación a la vista de la velocidad de los cambios en curso, de la crisis de algunos sectores productivos, de la precarización salarial, del deterioro de los mercados de trabajo, de las dificultades de incorporación de los jóvenes al mundo laboral, de las consecuencias de los recortes sociales, de la impotencia de sus respectivos parlamentos para resolver sus problemas, la inseguridad en el mantenimiento del mapa de las pensiones, o la creciente presencia de nuevos inmigrantes. Sentimientos todos ellos de temor que en ocasiones cristalizan en forma de explosiones sociales.