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“Éramos Mujeres Jóvenes”. Una educación sentimental de la transición española

Libro: “Éramos Mujeres Jóvenes”. Una educación sentimental de la transición española

Autor: Marta Sanz

Editorial: Fundación José Manuel Lara

Año: 2016

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El libro es un ensayo sobre la mujer, sus aficiones afectivas y sexuales. La propia autora indica que el texto no lo hace con ninguna pretensión de predicar o adoctrinar, sino de conversar con el lector o la lectora, y poner sobre la mesa todo aquello que pueda ser de interés, alejándose constantemente de los tópicos.

Marta Sanz se manifiesta, por tanto, con desenvoltura, desde el principio hasta el final, con un estudiado planteamiento en que la autora conversa con 6 u 8 conocidas a las que interroga y que le sirven de coro. Sobre ellas la autora se interpela a sí misma y a sus acompañantes, con una serie de temas ordenados mediante un cuestionario previo abarcando temas que la propia autora les sugiere.

Marta Sanz parte de un principio inicial en que las corifeas que le acompañan están seleccionadas previamente según patrones de edad diferentes que oscilan entre los las nacidas en los 50, a los 70. Pero para converger, la autora las escoge con patrones similares o equivalentes en los ámbitos culturales y sociales. Es decir, en contextos extraídos de la clase media urbana. Esto simplifica la experiencia.

Por tanto, todas ellas tienen en común también que han vivido en el franquismo y han llegado a la transición y a la democracia siendo jóvenes o niñas. Esto supone algunas diferencias de partida por los ítems legales en los que se han vivido en función de su edad.

Hay que tener en cuenta que los anticonceptivos se despenalizaron con la llegada de la democracia, el divorcio se aprobó de nuevo en España al final de los 70 y la primera ley del aborto en los años 80, y los matrimonios homosexuales se han autorizado después del 2000.

Los aires de libertad en la vida civil y en las costumbres, arrancaron en lo privado antes en la vida cotidiana, que la autorización del marco legal. Fue un proceso social lento, a escondidas, en función de la apertura del marco de tolerancia social vivido, apoyándose en los acontecimientos políticos, los cuales cristalizaron finalmente con la llegada de la democracia y la Constitución de 1978.

Quedan atrás algunos relatos en el imaginario colectivo, como los relatos anotados por Carmen Martin Gaite y su libro sobre la sexualidad en la época franquista, donde se recoge el deber ser de la mujer supeditada en todo al marido, incluida su sexualidad, y los usos y costumbres de una época. O los consultorios sentimentales radiofónicos, o de otra índole, del franquismo, que aplastaron al auditorio de su época con sus consejos, ideados y sometidos a la sombra de la Iglesia, que marcaron toda un período de nuestra historia, o el relato de la escuela franquista y sus valores.

El análisis planteado por la autora gira en torno a un debate somero pero permanente, mas actualizado, sobre la sexualidad de la mujer en sus múltiples formas. Su primer amor, su primera relación sexual, la calidad de esta, los encuentros sucesivos con la misma, o con otras personas, del mismo o de otro sexo, los aspectos de su intimidad e higiene personal, los orgasmos vividos, su intensidad, su modo de llegar a ellos, sus preferencias. Recoge la autora un apartado interesante sobre la formación de las diversas parejas, sucesivas o simultáneas, sobre el matrimonio y el divorcio. Analiza experiencias compartidas, y recoge sus temores, sus miedos y sus fobias en las diversas etapas.

No es ni mucho menos un tratado sociológico prolijo, sino un debate entre la autora y sus interlocutoras sobre cada uno de los temas que van surgiendo, casi como si se diera éste en una sobremesa larga. También figura un apartado en que el cuestionario va dirigido y contestado por un amigo de Marta Sanz, escritor, que aporta la visión del hombre sobre su sexualidad y sus experiencias con las mujeres que ha conocido, incluido sus preferencias, sus temores y sus fobias. Es una muestra escasa que la propia autora reconoce.

El relato recoge incluso alguna estadística. Los datos oficiales sobre divorcios entre heterosexuales. Los datos son muy moderados, van desde 21.463 en 1982, hasta los 37.643, en el  año 2000, siendo en los últimos años más abundantes cada año, hasta alcanzar los 100.746 divorcios en 2014.

Desde la existencia del marco legal que lo hace posible los matrimonios entre homosexuales, comparativamente  son insignificantes, oscilan entre 923 en 2005 a 2179 en 2012 en el lado masculino del asunto y desde 352 en 2005 hasta 1665 en 2012, en el lado femenino, no rebasando el índice más allá de 1% al 2% de los matrimonios totales celebrados.

El relato es un fotograma coral, entretenido e interesante, bien argumentado, para el público en general. No hay límite de edad. No es solo un análisis retrospectivo. Cada cual debe ir pensando que sus conocimientos no han concluido, y que sus experiencias pueden y deben enriquecerse en  libertad. Bajo esa perspectiva la vida afectivo-sexual debe alimentarse en un marco de libertades desde la escuela, donde aún hay recorrido a impartir en el ámbito de la coeducación y la educación en valores, hasta el estado adulto, donde el paisaje sigue abierto.

Pedro Liébana Collado

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