III FORO GRUPO DE TRABAJO Nº 1

JUAN SOTO RAMÍREZ

Participación social versus profundización democrática. ¿Antagonismo o complementariedad?

JUAN SOTO RAMÍREZCOORDINADOR

Conclusiones del Grupo de trabajo

En los albores del próximo milenio las posibilidades de desarrollo democrático de las sociedades avanzadas ofrecen enormes potencialidades y nuevos desafíos en la aplicación de las nuevas tecnologías al debate social y a la participación democrática , que paradójicamente se presentan junta a algunas debilidades y nuevas amenazas que nacen de la propia atomización de la estructura social , o de las dinámicas de control de la información y de la opinión a través de la concentración cada vez mas creciente y expansiva de los grupos mediáticos.

Con los medios tecnológicos actuales, la «democracia a tiempo real» aparece como una posibilidad viable, a través de la que los ciudadanos y ciudadanas dejarían de ser sujetos pasivos cuya actuación política se limita a emitir su voto en las confrontaciones electorales y cuyo protagonismo e incidencia en los procesos de toma de decisiones y de influencia política desaparecen durante el resto de la legislatura. Desde una simple pantalla de ordenador, incluso desde nuestro propio ámbito domestico , y con las garantías personales y de anonimato exigibles en un sistema democrático, tendremos la capacidad de intervenir e interactuar en el debate social y político permanente a través de nuestro pronunciamiento sobre los grandes temas de interés que preocupan y afectan a la sociedad.

Sin embargo, esta alianza de la tecnología y de la participación , sin duda prometedora ,que podría actuar de revulsivo al actual modelo de apatía democrática que estamos viviendo con signos evidentes de agotamiento, podría también perpetuar nuestro papel de sujetos pasivos y de súbditos que actúan en la fase final de un proceso mediatizada y dirigido en cuya génesis y desarrollo no hemos intervenido. Conocemos sobradamente la capacidad de reduccionismo o de manipulación de un tema a través de la formulación de las preguntas. Si finalmente nos corresponde votar si o no en relación con iniciativas preelaboradas, en cuya iniciativa no hemos participado, que probablemente no constituyen una prioridad social y cuyas alternativas de solución sometidas a consulta no responden a los deseos e inquietudes reales de la sociedad, se habrá pervertido un mecanismo ilusionante de participación bajo la apariencia de legitimidad y de profundización democrática.

Además , estas nuevas posibilidades de participación se van a producir en un entorno mediático con una tendencia inexorable a la concentración y al oligopolio donde la información y la opinión llega a los ciudadanos filtradas por las líneas editoriales de las empresas informativas que condicionan la percepción de la realidad sociopolitica de los ciudadanos. En este sentido el pluralismo informativo y la competencia mediatica es inversamente proporcional al proceso de concentración de las empresas de comunicación, que alcanza niveles transnacionales en un entorno cada vez mas globalizado . No se nos escapa que incluso el pluralismo resultante de este proceso , tendrá unos matices cada vez mas tenues y que sus límites serán los límites del sistema político y económico en el que operan . En este sentido las ideas , los proyectos y las teorías que cuestionen desde un pensamiento critico alternativo las bases del actual sistema , tendrán cada vez mayores dificultades de llegar al gran público y de actuar como elemento referencial en las opciones individuales y colectivas.

El conflicto del Golfo de 1991, constituyó sin duda un ejemplo de manipulación informativa sin precedentes , desde su origen hasta su propio desenlace, en el que las grandes multinacionales de la información , no dudaron transmitir a millones de ciudadanos y ciudadanas una imagen de la realidad distorsionada y falseada , en clara sintonía con los intereses de EEUU en política exterior y de defensa.

Del lado de las nuevas tecnología aplicadas a la comunicación nos llegan algunas propuestas , que como Internet, pueden contribuir a abrir nuevas perspectivas y a desarrollar nuevas experiencias asociativas , que hacen posible que los ciudadanos y ciudadanas pueden reflexionar, debatir y organizarse libremente , a nivel local , nacional e incluso planetario, en un espacio cibernética liberado, al menos por el momento. En la medida en que la expansión de estas iniciativas resulte molesta para el poder establecido o suponga alguna amenaza , asistiremos a intentos de asfixiar este movimientos o de minimizar su incidencia mediante la regularización restrictiva de su uso.

La respuesta a estas tentativas abusivas del poder debe encauzarse hoy como siempre a través de protagonismo individual y colectivo de los ciudadanos , vertebrados y organizados en movimientos sociales poderosos que actúan de contrapoder en esta dinámicas sociales. Sin embargo no es menos ciertos que el movimiento asociativo, al menos en sus formas clásicas, no es ajenos a las profundas convulsiones y crisis que afectan a la realidad social de nuestra época, de la que está surgiendo nuevos movimientos emergentes de carácter más flexible y sectorial que no sabemos si vendrán finalmente a sustituir los proyectos globalizadores del asociacionismo histórico.

En este contexto, el debate sobre la reducción y reparto del tiempo de trabajo adquiere una nueva dimensión, en la medida en que los avances que se produzcan en estos ámbitos generen una ampliación y distribución socialmente equilibrada y simétrica del tiempo de ocio, cuya utilización como bien social abre posibilidades inéditas de participación y de implicación de los ciudadanos y ciudadanas en la vida colectiva como alternativa a determinadas formas dominantes de ocio concebidas en clave exclusivamente consumista.

En todo caso nada podrá sustituir la participación organizada de la sociedad en su dimensión tanto propositiva como reivindicativa, como antídoto a las extralimitaciones y desviaciones del poder en cualquiera de sus manifestaciones.

Trabajo de grupo

El debate que se produjo en el seno del grupo abordó aspectos esenciales que incluso vinieron a cuestionar determinados axiomas tenidos como muy firmes en materia de participación social y profundización democrática.

Se evidenció que la relación unívoca que pretende identificar la existencia de un tejido asociativo poderoso y un ensanchamiento de la democracia no siempre se verifica. La presencia de un movimiento asociativo fuerte es una condición necesaria pero no suficiente. Es necesario además valorar aspectos cualitativos y no sólo cuantitativos de la participación social.

En primer lugar se señaló que las normas y los mecanismos de funcionamientos del movimiento asociativo deben ser profundamente democráticos y transparentes, situación que no siempre se produce en la práctica . En este sentido se recordó que en los países con regímenes autoritarios existen casi siempre poderosas organizaciones sociales que sustenta y defiende al poder establecido y sus normas de funcionamiento tienen un carácter profundamente jerarquizado, opaco y antidemocrático. Las asociaciones en cualquiera de sus formas deben ser autenticas escuelas de democracia y tolerancia.

En segundo lugar se consideró que para que el movimiento asociativo tuviera un carácter revitalizador de las prácticas democráticas debía tener una proyección reivindicativa que cuestionara determinados límites del sistema en el que operan, cuyo papel no puede quedar reducido a gestionar o colaborar en la gestión de los existente, al servicio muchas veces de las propias instituciones con una actitud acrítica y en ocasiones hasta servil.

Asimismo durante el debate se abordó ampliamente la actual situación de los jóvenes como sector cada vez más alejado y ajeno a las formas clásicas de participación social . En este punto surgieron también diversas interpretaciones de esta situación que apuntaron en primer lugar al carácter dinámico y evolutivo de esta sociedad y de los jóvenes en particular que no se sienten atraídos ni se identifican con formas asociativas que no han evolucionado ni en la misma dirección ni al mismo ritmo que la sociedad.

En este sentido, frente a las grandes asociaciones que defienden un proyecto globalizado, los jóvenes conectan mucho mas con objetivos y reivindicaciones mas sectoriales y puntuales y con estructuras asociativas más flexibles, ágiles y coyunturales.

Por otra parte se describió alguna experiencia de jóvenes situada en el barrio de la Malvarrosa de Valencia, a través de la que se demostró que cuando se otorga protagonismo real a los jóvenes y no se les considera únicamente como esperanza de futuro sino como presente vivo y real , sin paternalismo ni subordinación, el grado de implicación social y de dinamismo se manifiesta con mucha fuerza y dinamismo.

Asimismo surgió una dimensión más individual del compromiso social y solidario de los jóvenes. Muchos sienten inquietudes conectadas con valores sociales positivos, como la paz, la solidaridad , la ecología , la libertad…, sin formalizar su contribución a través de una estructura grupal.

En este sentido se aportó una experiencia desarrollada por el Ayuntamiento de Barcelona para dar respuesta a los distintos niveles de implicación y de vertebración de los jóvenes. Para la elaboración de las políticas de juventud se establecieron dos cauces de participación, uno para los jóvenes asociados a través del Consell de la Joventut y otro a través del Consell de cent , constituido por cien jóvenes elegidos de forma aleatoria entre los no asociados.

Finalmente se convino que el desarrollo de las políticas sociales y económicas a lo largo del siglo no ha ido acompañado por un nivel de desarrollo parejo en el hallazgo y desarrollo de nuevas formas de participación social y de mecanismos de profundización democrática no sólo formal sino real. Sin duda estas cuestiones deben constituir una prioridad en la agenda política y social del próximo siglo.