Introducción Noviembre 2020
Llegamos al mes de noviembre con unas altísimas cifras de contagio por el maldito coronavirus y aunque la situación no es la misma que la producida en el pasado mes de marzo, (al menos de momento), sí que es muy preocupante el estado en el que se encuentra nuestro país y Europa en general.
Nuevamente vamos a tener oportunidad de comprobar el grado de solidaridad, resiliencia y respeto por los demás, en el seguimiento de las actuaciones preventivas recomendadas. Es decir, en el grado de civismo que somos capaces de tener cuando la situación vuelve a ser crítica.
Pero no confundamos nuestro disgusto e incomodidad cuando nos son restringidos los desplazamientos y el disfrute del ocio y nocturnidad, al tiempo que existen tantas miles de personas en nuestro pais abocadas por causa de la pandemia, al desempleo inesperado y vivir situaciones de pobreza en hábitats extremadamente reducidos en los que la convivencia lo es de muchas personas y las mascarillas, distancias e higiene es difícil, por no decir imposible de mantener.
Pero claro, esta oportunidad también la van a tener nuestros gobiernos central y autonómicos, y ya va siendo hora de una coordinación total y de demostrar su voluntad de sacar adelante este país. Vamos a tener una importante ayuda económica europea, tenemos excelentes profesionales en la Sanidad, Educación y Servicios Sociales. Es hora de trabajar por el país y no por los intereses de lo partidos políticos.
Hay una nueva situación que nos inclina a la esperanza. La propuesta de unos presupuestos expansivos de marcado carácter progresista, como nunca los hemos tenido en este pais con un incremento moderado de impuestos y sólo para determinadas capas salariales, con una batería de medidas de fuerte contenido social y enfocados a la transición ecológica y digital. Veremos cómo responden los partidos políticos en la negociación de dichos presupuestos.
Por otro lado el acuerdo alcanzado en el Pacto de Toledo, que primordialmente preserva y asegura unas pensiones dignas. El trabajo y la reivindicación durante años de los colectivos de mayores han dado su fruto. Nuevamente comprobamos que los movimientos ciudadanos y un trabajo concienzudo, sirven.
